Después de varias crisis financieras tras de la compra del club por cinco empresarios extranjeros: un francés de origen ruso, un emiratí, un saudí, un hongkonés y un ruso perseguido por las autoridades lituanas (tiene pinta de chiste pero no lo es). La entidad parece que por fin tiene motivos para sentirse orgullosa. Un grupo de aficionados cansados de ver como magnates hundían su club por su pésima gestión, han decidido intervenir y negociar con los administradores puestos por la justicia inglesa para comprar el club de sus amores.
Difícilmente haya un ejemplo tan claro de cómo inversores extranjeros pueden hundir tanto un equipo como el caso del Pompey. Los diferentes gestores han generado una deuda de 135 millones de libras con los jugadores sin cobrar, con la sociedad intervenida judicialmente… Y en lo deportivo: tres descensos en tres años que llevan al club a League Two (4º división) por primera vez en 30 años. Es imposible hacerlo peor.
Los culpables de este tremendo fiasco tienen nombres y apellidos, cinco empresarios que acabaron con la ilusión de unos aficionados que habían visto como en 2008 el club conseguía su 2º FA Cup de su historia y que en 2010 llegaba a su segunda final de Copa en tres años mientras disputaban la máxima competición del fútbol inglés.
Los culpables
Alexandre Gaydamak
Compró el club a comienzos de 2006 al serbio Mandaric. Ruso con pasaporte israelí. Acusado de llevarse activos del club antes de venderlo en 2009 y aun así conserva un crédito de 32 millones de libras como acreedor a pesar de la enorme deuda existente. La justicia inglesa lo está investigando.
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Sulaiman Al Fahim
Nacido en los Emiratos Arabes. Se hizo con el club en 2009 y pocos días más tarde vendió el 90% a Ali al-Faraj debido a que había subestimado el capital necesario para mantener el negocio. Entre medias, la Hacienda británica denuncia al club por impago a la plantilla.
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Ali al-Faraj
Hombre de negocios saudí. Financia la compra del club gracias a un préstamo de 17 millones de libras de la compañía de Balram Chainrai. Pocas semanas más tarde, Al-Faraj falla con los pagos y Chainrai introduce al Portsmouth dentro de su compañía.
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Balram Chainrai
Empresario de Hong Kong. Conocido como el primer presidente de un club de Premier League que se tiene que acoger a una ley concursal al reconocer un agujero de 135 millones de libras. Esto supuso que a la entidad se le restarán 9 puntos (primera vez que ocurría en la liga inglesa). Con este panorama el Pompey bajó a Premier división.
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Vladimir Antonov
Banquero-empresario ruso. Su riqueza en 2007 se estimaba en 300 millones de dólares. Compra el club en el verano de 2011 pero pocos meses después fue detenido al tener una orden de detención europea tras liquidar un banco lituano. Además, en este periodo Hacienda acusó a la entidad de no pagar 1,6 millones de libras de impuestos y el equipo se ve de nuevo en concurso de acreedores.
Esto se tradujo en una nueva sanción competitiva: 10 puntos menos. De nuevo la sanción fue una losa para el club y sumo su segundo descenso consecutivo, en este caso a League One. Antonov tuvo que dimitir.
Llegados a este punto, los jugadores profesionales abandonan el equipo. La Football League sanciona pone una nueva sanción de 10 puntos menos y además les obliga a seguir estrictos controles.
Fin a la “estafa”
Con el equipo desahuciado económica y deportivamente, un grupo de aficionados se unieron para crear “Pompey Supporters Trust”. Su objetivo es adquirir el club a los administradores para acabar con los empresarios que habían destrozado al equipo.
Tras un periodo complicado para conseguir el capital necesario e impedir que el empresario hongkonés volviera a hacerse cargo del club, lo consiguen. Además de negociar la venta del club, también deben comprar el estadio, ya que Balram Chainrai puso Fratton Park a su propiedad como garantía de la deuda con que tenía la entidad con él. Finalmente el empresario aceptó un precio a la baja de venta de 4 millones de libras.
En los últimos días se ha confirmado que el Portsmouth desciende a League Two (cuarta división) pero en esta ciudad del sur de Inglaterra ya se respiran otros aires, el tiempo de excesos de los grandes magnates ya ha terminado y ahora los que toman las decisiones sobre su equipo son los propios aficionados.
Mario Gago, director de I+ Fútbol (@gago_mario )
Wanderers 
An excellent summary. Thanks. Ahora estamos en la misma liga que empecé a ver a Pompey hace 33 años. Estoy muy feliz. The only way is up! Brian
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